
Usar la bicicleta como medio de transporte para hacer turismo es la manera más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Este hecho, asociado a las numerosas ventajas sociales, económicas y ambientales que genera el ciclismo, hace que cada vez más países europeos se sumen a promover los desplazamientos en bici como una opción frente al transporte motorizado. Asimismo, el auge que está experimentando el denominado turismo verde ha provocado que los responsables turísticos empiecen a considerar los beneficios de viajar en bicicleta.
A continuación, destacamos las principales ventajas de hacer cicloturismo:
- Obviamente, viajar en bicicleta es más pausado que con los medios de transporte más convencionales, pero cuenta con una ventaja importante, la mayoría de veces no se siguen caminos realmente transitados, puesto que se suele llegar a los pueblos y ciudades por otros caminos rurales, con la maravillosa sensación de libertad que da pedalear por caminos y vías verdes mientras se ven hermosas panorámicas.
- El esfuerzo físico tiene su recompensa. Este tipo de desplazamientos quedan guardados en la memoria, debido a las increíbles emociones que se experimentan durante los viajes, provocando que la experiencia se quede grabada en la retina permanentemente.
- Sin duda, una de las grandes ventajas, frente a otros medios de transporte, es la autonomía que confiere este modo de viajar. Se puede ir de aquí para allá improvisando en el momento que se desee, observando con mucha proximidad los parajes naturales y urbanos que hay junto a las carreteras y caminos. Además, permite conectar directamente con la gente, su cultura y su forma de vida.
- Permite conocer países como Alemania, Austria o Holanda, donde la bicicleta es un medio de locomoción tradicional, y es respetado enormemente por los conductores de vehículos a motor. Encontraremos una amplia red de carriles bici extendida por todas sus regiones y ordenados en atractivas rutas urbanas y rurales. Estos países cuentan con una potente red de bicicletas, pudiendo, por ejemplo, alquilar una bicicleta en una estación de tren y entregarla en otra a bastantes kilómetros de distancia.
- A nadie se le escapa que es un medio de transporte muy económico, que solamente conlleva un pequeño gasto de mantenimiento y no necesita carburante. En todo caso, el "combustible" lo pone el ciclista a fuerza de pedales, lo que es un considerable beneficio para la salud. Además, es perfecto para mantener la línea y estar en buen estado de forma.
En definitiva, se trata de un excelente modo de viajar, que no tiene el menor impacto negativo medioambiental, puesto que no genera humos ni produce ruidos. Pero lo más destacable es el contacto con los lugares y sus gentes; se establece una relación muy diferente que con el turismo convencional, alcanzando un vínculo mucho más profundo con la gente y los lugares visitados.