Si vas a realizar una excursión de varios días en bici es importante cuidar la alimentación. De esta manera se evitan situaciones incómodas como las de pedalear mientras se realiza una digestión demasiado pesada o marearse debido a una bajada de azúcar por no haberse alimentado correctamente.
La primera puntualización que vamos a hacer es que no estamos hablando de la alimentación de un deportista que se entrena para conseguir el mejor rendimiento, sino de la de un viajero en bici que tiene que comer correctamente, pero que no se está preparando para batir un récord ni para competir. Si no se sigue una dieta estricta, el ciclista puede permitirse algunos lujos que no podría darse un deportista que está entrenando para la competición.
Uno de los encantos de visitar un país diferente está en probar también su gastronomía y darse un capricho de vez en cuando. Pero saber cuándo hacerlo es básico para disfrutar del pedaleo. Comer cosas ricas, darse un capricho y hasta tomar una copa puede ser compatible con una ruta en bici si se hace correctamente.
El desayuno es una comida muy importante, pero lo es más si la intención es realizar deporte a lo largo de todo el día. Por eso, en el desayuno no puede faltar de nada: una buena ración de hidratos de carbono, proteínas y vitaminas. Incluso una pequeña dosis de grasa saludable puede venir muy bien.
Un desayuno perfecto podría ser un café con leche y tostadas con tomate, jamón y un poquito de aceite de oliva. Otra alternativa son los cereales integrales para desayuno, preferiblemente los que no tienen azúcares añadidos. Se puede añadir a los cereales un poco de fruta o se puede tomar una naranja como postre. Es preferible tomar la fruta a tomar solo su zumo.
Es recomendable que durante la ruta se hagan varias paradas para alimentarse bien. Al menos se debe de hacer una a mitad de la mañana y otra a media tarde a fin de que no se pasen más de dos horas sin ingerir algo de comida.
Muchos ciclistas llevan sobres de gel o barritas energéticas, pero cuando se está paseando en bici estas cosas no son necesarias y es mucho más gratificante parar a comer un poco de fruta fresca junto a unos frutos secos. Con esto es más que suficiente para tener la energía necesaria para continuar la ruta.
Lo que sin duda es fundamental es beber mucho. Si hace calor o si tienes tendencia a sudar las bebidas isotónicas te ayudarán a reponer los líquidos y las sales perdidas. Si no, el agua puede ser más que suficiente para mantener los niveles de hidratación adecuados. También puedes combinar ambas opciones tomando agua durante la ruta y una bebida isotónica en la parada para tomar fruta.
Durante la parada del mediodía aprovecha para disfrutar de platos frescos y nutritivos de productos de temporada típicos de la zona. Si estás pedaleando por pueblos de pescadores, un buen pescado a la plancha acompañado de arroz puede ser una buena opción. Si se pasea por huertas en las que hay deliciosas verduras, una refrescante ensalada de pasta y verduras puede ser una excelente alternativa. Carnes magras en pequeña cantidad, pescados cocinados de forma ligera, verduras al vapor o a la plancha y una ración generosa de hidratos en forma de arroz o pasta pueden resultar un menú ideal.
Los hidratos de carbono del arroz o de la pasta te ayudarán a recuperarte que a la vez son muy digestivos, siempre que evites la salsas, por lo que son platos perfectos para sentirte a gusto y poder tener energía para el resto de la tarde.
Las rutas en bici que proponemos están pensadas para acabar pronto. Esto nos permite disfrutar del final de la jornada sin agobios y, por supuesto, poder saborear una buena cena sin cargos de conciencia. Justo en el momento en el que terminas de pedalear, debes hidratarte bien para que el cuerpo recupere los líquidos que pueda haber perdido.
A partir de ahí, se permite una cena en la que se puede disfrutar de la cocina local, siempre que se de con moderación para evitar indigestiones y problemas gástricos. Incluso se puede disfrutar de una cerveza o un vasito de vino antes de ir a descansar para seguir con la ruta del día siguiente.
Si se tiene ganas de probar algún tipo de alimento que puede ser excesivamente pesado o indigesto es preferible esperar al último día, cuando no cojas la bici en al día siguiente. Así, vas a seguir disfrutando de tu viaje hasta el último momento.