Datos más importantes al viajar por Alemania en bici

Si estás pensando en realizar alguna de nuestras rutas en bici por Alemania estarás deseando tener alguna información sobre este país, sus costumbres para evitarte sorpresas y para conocer un poco más sobre la realidad que te espera al visitar este lugar.

Estamos hablando de un país perfecto para realizar rutas en bici ya que es uno de los más concienciados a nivel ecológico en toda Europa y aplauden este tipo de iniciativas, agradeciendo atraer a turistas que se preocupan no solo por conocer su país, sino por hacerlo de una forma respetuosa con el medio ambiente.

No es casualidad que sea en Alemania donde se encuentra la que es considerada como la ciudad más ecológica del mundo, Friburgo, de origen medieval y situada al sudoeste de la Selva Negra.

El idioma y la moneda

En toda Alemania existe una única lengua oficial, el alemán. No obstante, hay una gran diversidad de dialectos, aproximadamente unos 25 reconocidos oficialmente, algunos de los cuales tienen sus propias variantes. De cualquier forma, lo habitual es que todo el mundo hable alemán y una gran parte de la población también hable en inglés.

En cuanto a la moneda, Alemania está dentro de la zona Euro, por lo que esta será la moneda que encontrarás en todo el país. Es importante conocer las costumbres en cuanto a la propina, que en Alemania es voluntaria y puede oscilar entre el 5% y el 10% de la cuenta dependiendo del grado de satisfacción. Se le da directamente al camarero, bien diciéndole que se quede con el cambio o bien indicándole lo que debe de cobrar.

La demografía

Alemania tiene una superficie de 357.580 Km2 y cuenta con 82.886.000 habitantes, lo que hacen que sea un país muy poblado. Es uno de los países más ricos de Europa y una de las mayores potencias mundiales. Sus índices de paro son bajos por lo que la renta per capita de la población es alta.

Contrariamente a la idea que tenemos de los alemanes como gente centrada exclusivamente en su trabajo, sus habitantes son tan amantes del ocio como pueden serlo los de otros países del Mediterráneo, con más fama en ese sentido. Lo cierto es que es uno de los países con mejor calidad de vida de Europa.

La comunidad más numerosa que reside en el país es la turca, con más de un millón y medio de personas. A continuación están los polacos y los italianos, superando el medio millón de personas de cada uno de estos país. Aunque la mayoría de los inmigrantes que se encuentran en el territorio alemán son legales, existe un núcleo que se calcula de unas cien mil personas ilegales que proceden en su mayoría de los países del este, aunque también de otros puntos de Europa y de América, la mitad de los cuales se concentran en Berlín, la capital del país. El control sobre la población ilegal es muy fuerte y se realizan constantes inspecciones sorpresa en las empresas para evitar que se contrate a los trabajadores sin papeles o ilegales.

Algunas costumbres

Los horarios en Alemania son muy europeos. La costumbre es levantarse temprano, nunca más tarde de las ocho de la mañana. A partir de las siete de la tarde en primavera y verano e incluso antes en invierno, lo normal es que la gente ya esté retirándose a sus casas para cenar, como muy tarde, sobre las ocho de la tarde.

La comida del mediodía también se realiza con horario europeo, sobre la una de la tarde y es habitual que sobre las tres del mediodía, las calles ya estén de nuevo llenas de gente. Por tanto, si quieres viajar en bici en Alemania debes de organizarte para comenzar tus rutas temprano y acabarlas pronto. Así, podrás disfrutar de las horas de sol y aprovechar al máximo tu tiempo.

Si llegas a tu destino entre las seis y las siete de la tarde, tendrás tiempo para instalarte y ducharte antes de cenar en algún local. En Alemania es muy tradicional la cena fría, a base de embutidos o similares. Pero se puede encontrar todo tipo de comida internacional prácticamente en cualquier lugar del país.

Si tu ruta transcurre por algún pueblo entre las cuatro y las cinco de la tarde, no pierdas la ocasión de disfrutar de una maravillosa costumbre alemana, la merienda a base de té o de café con una porción de tarta o con un pastel tradicionalmente alemán. Sus dulces suelen ser deliciosos y tras horas pedaleando vas a agradecer muchísimo esa dosis extra de energía.